miércoles, 22 de mayo de 2013

A 83 años del nacimiento del líder sindical, Agustín Tosco,




Agustín Tosco

Agustín Gringo Tosco fue un dirigente sindical argentino del gremio de Luz y Fuerza, ideología marxista, miembro de la CGT de los Argentinos y uno de los principales actores del Cordobazo

Infancia y juventud

Su infancia transcurrió en un ámbito rural, dado que sus padres eran emigrantes campesinos oriundos del Piamonte (Italia). El piamontés era el idioma utilizado en el ámbito familiar, lo que significó no pocos problemas cuando el Gringo tuvo que concurrir a la escuela. El carácter tímido del niño durante la escuela primaria lo llevó a dedicarse afanosamente a la lectura, lo que le brindó un conocimiento singular.
Sin embargo, la disciplina del Gringo le permitió ―al final de su educación secundaria (cursada en la escuela Presidente Roca, entonces llamada Escuela del Trabajo)― superar notoriamente su timidez y su manejo del idioma, por lo que ―en su carácter de presidente del centro de alumnos― se le encomendó hablar en el cierre del ciclo escolar. Tosco realizó una dura crítica al funcionamiento de la escuela, negándose incluso a recibir el diploma de parte del director, entre las ovaciones de sus compañeros.
Signado así su derrotero, Tosco asignó una enorme importancia a la búsqueda de la autosuperación, siendo una de sus más célebres frases que «las victorias más importantes y valiosas son las que se obtienen sobre las propias debilidades».
Terminada la escuela secundaria se inscribió en la Universidad Tecnológica, en la cual estudió para electrotécnico a la vez que trabajaba en la empresa provincial EPEC. Sin embargo el servicio militar obligatorio retrasó sus estudios. Al terminarlo, Tosco decidió abandonarlos para dedicarse de lleno a su actividad sindical.
Durante toda esta etapa desarrolló su afición por la lectura: en su propia casa, con piso de tierra y aún sin luz eléctrica, se había construido una pequeña biblioteca «precaria pero accesible».
Hasta su juventud una de las lecturas que más disfrutaba era la de José Ingenieros «que, aunque positivista, enseñaba cosas», dedicándose posteriormente a la lectura de análisis sobre la situación de la clase obrera y ensayos de autores marxistas.

Carrera sindical 
En 1949 consiguió incorporase a la empresa de energía provincial EPEC (por entonces llamada SPEC) como ayudante electricista en el taller electromecánico, sección baterías, iniciando también entonces su actuación en el gremio de Luz y Fuerza de Córdoba.
Su ya reputada capacidad oratoria y su militancia disciplinada le confieren ser elegido subdelegado a los 19 años y delegado a los 20.
Cuando tenía 20 años Perón llegaba al poder, ganando las elecciones a la Unión Democrática; Tosco manifestó entonces su simpatía «al movimiento que levantaba un eslogan contra Braden»; sin embargo en reiterados discursos posteriores se definió explícitamente como marxista, esto, sumado a su concepción de integración de la clase más allá de los rótulos políticos, llevó a la confusión de que, mientras algunos lo sindicaban como peronista otros lo tildaban de antiperonista. Cuestión entendible en un país polarizado en aquel momento y en la historiografía inmediata posterior por la figura de Perón.
En 1952 es electo secretario del cuerpo de delegados de Luz y Fuerza de Córdoba, Entre 1953 y el golpe del 1955, Agustín Tosco integra el Consejo Directivo cuyo Secretario General es Cristóbal Sierra y en 1954 es elegido secretario gremial del secretariado nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf). Siendo relevado de su cargo por la intervención militar.
Terminada la intervención militar del gremio Tosco integra el Congreso Normalizador del mismo y es elegido nuevamente como secretario general en Córdoba y miembro del Fatlyf, renunciando dos años después a esta última por desacuerdos con la burocracia sindical.
En 1972, estando aún preso en la cárcel de Rawson durante el gobierno militar es nuevamente elegido dirigente del gremio y secretario adjunto de la delegación regional.
En 1973, en vísperas de la tercera elección de Perón el PRT le ofrece llevarlo en una candidatura a Presidente de la Nación para disputarle a aquél el ascendiente sobre las masas, sin embargo Tosco declina el ofrecimiento argumentando que ello podría dividir a la izquierda, atento a los distintos programas del PRT y el PC, partidos con los que tenía relaciones.

Antiimperialista, antipatronal y antiburócrata

Los fundamentos clasistas de Tosco llevaban a criticar los principios que entonces postulaban los principales referentes del peronismo, consistentes en una alianza de clases con el objetivo de desarrollar la burguesía nacional. La alianza con la burguesía nacional estaba también en línea con la concepción etapista promovida por la Internacional Comunista y sostenida en Argentina por el PC.
Las observaciones del Gringo a dichas posturas podrían ordenarse en dos grandes grupos.
Por un lado, para Tosco un país dependiente no podía desarrollar sin tope su burguesía nacional, puesto que en un contexto imperialista las grandes multinacionales y los monopolios marcaban el ritmo de la economía mundial, imposibilitando a los países dependientes un desarrollo capitalista al margen del contexto económico global.
Por otro lado veía el desarrollo de una burguesía nacional como un mero «cambio de monopolios» que no lograría una mejora sustancial del estado de la clase trabajadora en el país. Citaba como ejemplo de ello al Brasil, país que por entonces iniciaba una fase de crecimiento acelerado del PBI sin lograr por ello una mejora de las condiciones de sus obreros. «Nosotros no creemos que la política de la liberación pase por la política de la sustitución de los monopolios. Si bien hay contradicciones interburguesas, intermonopolistas, interimperialistas, hay a su vez un entrelazamiento que es el que va a condicionar permanentemente nuestra economía.».3
En general, las críticas de Tosco a la postura de Frente Popular se encuentran en sintonía con la crítica que hiciera el peruano José Carlos Mariátegui (1894-1930) a los principios del APRA en los años treinta.
La tarea del sindicato clasista [editar]
Tosco consideraba que nada ni nadie podía sustituir a las asambleas, ellas eran superiores a los cuerpos directivos, y que la lucha no debía darse únicamente por las condiciones salariales. Podría calificarse a su ideología como antiimperialista, antipatronal y antiburócrata.
Su lucha contra la burocracia sindical era constante. Uno de sus enemigos más famosos fue José Ignacio Rucci. Tosco declaró sobre este lo siguiente: «Rucci y sus discípulos son prisioneros por sus compromisos con los detentadores del poder, presos de la custodia que les presta el aparato policial; presos de una cárcel de la que jamás podrán salir: la de la claudicación, la indignidad y el participacionismo». Tosco y Rucci tuvieron varios cruces mediáticos, siendo uno de estos considerados antológicos en los anales sindicales argentinos.
Además de la lucha sindical particular de su sindicato participó dentro de la lucha contra la dictadura encabezada por el general Juan Carlos Onganía.







http://www.youtube.com/watch?v=9ZMIIuyOgBA



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