Agustín
Tosco
Agustín
Gringo Tosco fue un dirigente sindical argentino del gremio de Luz y Fuerza,
ideología marxista, miembro de la CGT de los Argentinos y uno de los principales
actores del Cordobazo
Infancia y juventud
Su
infancia transcurrió en un ámbito rural, dado que sus padres eran emigrantes
campesinos oriundos del Piamonte (Italia). El piamontés era el idioma utilizado
en el ámbito familiar, lo que significó no pocos problemas cuando el Gringo
tuvo que concurrir a la escuela. El carácter tímido del niño durante la escuela
primaria lo llevó a dedicarse afanosamente a la lectura, lo que le brindó un
conocimiento singular.
Sin
embargo, la disciplina del Gringo le permitió ―al final de su educación
secundaria (cursada en la escuela Presidente Roca, entonces llamada Escuela del
Trabajo)― superar notoriamente su timidez y su manejo del idioma, por lo que
―en su carácter de presidente del centro de alumnos― se le encomendó hablar en
el cierre del ciclo escolar. Tosco realizó una dura crítica al funcionamiento
de la escuela, negándose incluso a recibir el diploma de parte del director,
entre las ovaciones de sus compañeros.
Signado
así su derrotero, Tosco asignó una enorme importancia a la búsqueda de la
autosuperación, siendo una de sus más célebres frases que «las victorias más
importantes y valiosas son las que se obtienen sobre las propias debilidades».
Terminada
la escuela secundaria se inscribió en la Universidad Tecnológica, en la cual
estudió para electrotécnico a la vez que trabajaba en la empresa provincial
EPEC. Sin embargo el servicio militar obligatorio retrasó sus estudios. Al
terminarlo, Tosco decidió abandonarlos para dedicarse de lleno a su actividad
sindical.
Durante
toda esta etapa desarrolló su afición por la lectura: en su propia casa, con
piso de tierra y aún sin luz eléctrica, se había construido una pequeña
biblioteca «precaria pero accesible».
Hasta su
juventud una de las lecturas que más disfrutaba era la de José Ingenieros «que,
aunque positivista, enseñaba cosas», dedicándose posteriormente a la lectura de
análisis sobre la situación de la clase obrera y ensayos de autores marxistas.
Carrera sindical
En 1949
consiguió incorporase a la empresa de energía provincial EPEC (por entonces llamada SPEC)
como ayudante electricista en el taller electromecánico, sección baterías,
iniciando también entonces su actuación en el gremio de Luz y Fuerza de Córdoba.
Su ya
reputada capacidad oratoria y su militancia disciplinada le confieren ser
elegido subdelegado a los 19 años y delegado a los 20.
Cuando
tenía 20 años Perón llegaba al poder, ganando las elecciones a la Unión Democrática; Tosco manifestó entonces
su simpatía «al movimiento que levantaba un eslogan contra Braden»; sin embargo en reiterados discursos posteriores se
definió explícitamente como marxista, esto, sumado a su concepción de
integración de la clase más allá de los rótulos políticos, llevó a la confusión
de que, mientras algunos lo sindicaban como peronista otros lo tildaban de
antiperonista. Cuestión entendible en un país polarizado en aquel momento y en
la historiografía inmediata posterior por la figura de Perón.
En 1952
es electo secretario del cuerpo de delegados de Luz y Fuerza de Córdoba, Entre
1953 y el golpe del 1955, Agustín Tosco integra el Consejo Directivo cuyo
Secretario General es Cristóbal Sierra y en 1954 es elegido secretario gremial
del secretariado nacional de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y
Fuerza (Fatlyf). Siendo relevado de su cargo por la intervención militar.
Terminada
la intervención militar del gremio Tosco integra el Congreso Normalizador del
mismo y es elegido nuevamente como secretario general en Córdoba y miembro del
Fatlyf, renunciando dos años después a esta última por desacuerdos con la
burocracia sindical.
En 1972,
estando aún preso en la cárcel de Rawson durante el gobierno militar es
nuevamente elegido dirigente del gremio y secretario adjunto de la delegación
regional.
En 1973,
en vísperas de la tercera elección de Perón el PRT le
ofrece llevarlo en una candidatura a Presidente de la Nación para disputarle a
aquél el ascendiente sobre las masas, sin embargo Tosco declina el ofrecimiento
argumentando que ello podría dividir a la izquierda, atento a los distintos
programas del PRT y el PC,
partidos con los que tenía relaciones.
Antiimperialista, antipatronal y antiburócrata
Los
fundamentos clasistas de Tosco llevaban a criticar los principios que entonces
postulaban los principales referentes del peronismo, consistentes en una
alianza de clases con el objetivo de desarrollar la burguesía nacional. La
alianza con la burguesía nacional estaba también en línea con la concepción
etapista promovida por la Internacional Comunista y sostenida en Argentina por
el PC.
Las
observaciones del Gringo a dichas posturas podrían ordenarse en dos grandes
grupos.
Por un
lado, para Tosco un país dependiente no podía desarrollar sin tope su burguesía
nacional, puesto que en un contexto imperialista las grandes multinacionales y
los monopolios marcaban el ritmo de la economía mundial, imposibilitando a los
países dependientes un desarrollo capitalista al margen del contexto económico
global.
Por otro
lado veía el desarrollo de una burguesía nacional como un mero «cambio de
monopolios» que no lograría una mejora sustancial del estado de la clase
trabajadora en el país. Citaba como ejemplo de ello al Brasil, país que por
entonces iniciaba una fase de crecimiento acelerado del PBI sin lograr por ello
una mejora de las condiciones de sus obreros. «Nosotros no creemos que la
política de la liberación pase por la política de la sustitución de los monopolios.
Si bien hay contradicciones interburguesas, intermonopolistas,
interimperialistas, hay a su vez un entrelazamiento que es el que va a
condicionar permanentemente nuestra economía.».3
En
general, las críticas de Tosco a la postura de Frente Popular se encuentran en
sintonía con la crítica que hiciera el peruano José Carlos Mariátegui
(1894-1930) a los principios del APRA en los años treinta.
La tarea
del sindicato clasista [editar]
Tosco
consideraba que nada ni nadie podía sustituir a las asambleas, ellas eran
superiores a los cuerpos directivos, y que la lucha no debía darse únicamente
por las condiciones salariales. Podría calificarse a su ideología como
antiimperialista, antipatronal y antiburócrata.
Su lucha
contra la burocracia sindical era constante. Uno de sus enemigos más famosos
fue José Ignacio Rucci. Tosco declaró sobre este lo siguiente: «Rucci y sus
discípulos son prisioneros por sus compromisos con los detentadores del poder,
presos de la custodia que les presta el aparato policial; presos de una cárcel
de la que jamás podrán salir: la de la claudicación, la indignidad y el
participacionismo». Tosco y Rucci tuvieron varios cruces mediáticos, siendo uno
de estos considerados antológicos en los anales sindicales argentinos.
Además
de la lucha sindical particular de su sindicato participó dentro de la lucha
contra la dictadura encabezada por el general Juan Carlos Onganía.
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